martes, 7 de junio de 2016

Hotel Monasterio de Piedra

El Hotel Monasterio de Piedra, situado en el municipio zaragozano de Nuévalos y próximo a la conocida ciudad de Calatayud, esconde tras sus muros los rezos y cánticos de los monjes de la Orden del Císter.
Es uno de los lugares turísticos más visitados de nuestro país, siendo su asombroso parque natural una de las cosas que más atrae al visitante. Sin embargo, su historia y su valor arquitectónico también merecen ser descubiertos.

Hotel Monasterio de Piedra

Su pasado como monasterio cisterciense

El Monasterio de Santa María de Piedra se asentó sobre las ruinas del antiguo castillo de Piedra Vieja, siendo los restos del mismo aprovechados para la nueva construcción. Las obras se iniciaron en el año 1195, finalizando en el año 1218.
Esta cartuja fue fundada por trece monjes del Monasterio de Poblet en Tarragona, quienes fueron enviados por su abad a “conquistar” tierras aragonesas con el fin de ampliar los dominios de la Orden del Císter. Tras la finalización de las obras, el Monasterio de Santa María se convertía en la primera abadía cisterciense en territorio aragonés.
Fue habitado por los monjes hasta el año 1835, momento en el que quedó deshabitado tras la Desamortización de Mendizábal. Tras salir a concurso público, el monasterio fue adquirido en 1840 por D. Pablo Muntadas Campeny, heredándolo posteriormente su hijo Federico, quién volvió a dar vida al monasterio y a todo su territorio anexo.

Su benefactor, Federico Muntadas

El monasterio reconvertido en hotel, el parque y otras muchas zonas que hoy se pueden contemplar en el Monasterio de Piedra, deben su origen a Federico Muntadas, quien con un notable buen gusto y admirable respeto hacia el arte y la naturaleza, supo convertir las deshabitadas instalaciones del monasterio, y sus tierras circundantes, en uno de los complejos artísticos y naturales más bellos de nuestro país.

Lago del espejo - Monasterio de Piedra
Lago del espejo

El complejo turístico del Monasterio de Piedra

El Monasterio de Piedra ha sido reconvertido en un hotel de tres estrellas, donde las habitaciones ocupan las antiguas celdas de los monjes. Habitaciones, en total sesenta y una, que cuentan con bonitas vistas al parque natural o al patio del claustro, y donde los alojados disfrutarán de todas las comodidades.
El complejo cuenta con diversos restaurantes y salones, donde se pueden celebrar eventos de distinto tipo como comidas familiares, enlaces o reuniones de empresa.
El Museo del Vino de la Denominación de Origen de Calatayud, instalado en las antiguas bodegas del monasterio, el Museo de Carruajes, la Reproducción del Tríptico Relicario, o contemplar el vuelo de aves rapaces en las distintas exhibiciones de cetrería que ofrece el monasterio, son algunos de los muchos atractivos turísticos que proporciona este complejo hotelero.

El parque natural del Monasterio de Piedra


El visitante puede disfrutar del despertar de sus sentidos a través del recorrido por el parque, que dura unas dos horas y media. El río Piedra es sin lugar a dudas el protagonista de este paraje, dando vida al lugar a través de cascadas como las de la Cola de Caballo o Trinidad; lagos como el Espejo o el de los Patos; o la gruta de Iris.
Visitar el Monasterio de Piedra, conlleva detenerse en cualquier rincón a admirar la belleza de la naturaleza, repleta de colores, de aromas, del murmullo del agua y del canto de la gran variedad de aves que se establecen en el paraje, bien de forma temporal o siendo habitantes permanentes.



Un pasado con sabor a chocolate

Los monjes que habitaron el Monasterio de Piedra fueron pioneros en toda Europa en la elaboración de chocolate azucarado. La historia sobre el chocolate en Piedra, así como la belleza del arte cisterciense que el turista puede contemplar en cada rincón de este hotel, son otros de los alicientes que invitan a programar una escapada a este lugar, donde la tranquilidad y el contacto con la naturaleza están garantizados.
Olga Fuentes - Todos los Derechos Reservados


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